Victoria muy trabajada la conseguida el viernes por el Macarena, victoria en la que tuvimos mala suerte encajando un primer gol de rebote, y en la que gozamos de muchísima suerte con los palos durante todo el partido, unos siete balones estrellados en la madera por parte del Galáctico.
El equipo contrario comenzó el partido presionando muy arriba desde el minuto uno, y después de los mantecaos navideños no supimos contrarrestar la presión, nos duraba el balón cuestión de segundos. En una jugada del Galáctico, sin mayor peligro que un tiro lejano fácil de blocar por nuestro portero, nos metieron el primer gol. Eso sí, con mucha fortuna, ya que su disparo fue desviado por Iván, despistando a Manué, que no pudo hacer nada.
Tras el gol empezamos a jugar mejor y nos quitamos su presión de encima, gracias a la entrada en el campo de Álvaro y Carlos. Fruto de ese buen juego, Emiliano de jugada individual y tras regatearse al defensa, bate al portero de tiro cruzado (1-1).
Seguidamente, fallo de su portero al sacar el balón, lo intercepta Emiliano, pasa a Carlos y que de puntera con la izquierda, clava el balón en la red, 2-1 y la cosa pintaba mejor. Pero casi al final del partido, con un fortísimo disparo raso y desde muy lejos, un jugador del Galáctico hizo el 2-2, con el que se llegaría al descanso.
Comenzamos la segunda parte, y ellos seguían presionado mucho y con físico. Algunas llegadas al área bien solventadas por Manué. Ocasiones por parte del Macarena, desplegando un buen juego y una buena defensa.
No tardó en llegar el gol, buena presión en el área contraria y Emiliano aprovecha una indecisión entre la defensa y el portero en una cesión para hacer el 3-2 tras un rechace.
El partido estaba muy disputado hasta el momento y con ocasiones para ambos. Pero sería el Macarena el que daría la puntilla al encuentro con un último gol, o golazo, el de la tranquilidad. Tras una buena presión de Fernando y Jose, el Macarena recupera el balón, y en varias paredes Álvaro y Carlos se plantan en el área contraria, Álvaro marca a placer el último gol.
Faltaba ya muy poco y el Macarena se cerró atrás muy bien, lo que unido al cansancio acumulado, no dio para más.
Gran victoria, y como dije al principio, con suerte pues el Galáctico estrelló unos siete balones al palo que de haber entrado alguno podría haber cambiado el rumbo del encuentro. Pero esto es fútbol y los palos afortunadamente no cuentan.
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